CARTA A MI HIJO.

Cuando seas grande y puedas entender,
espero aun sepas de mi amor...
Cuando tengas ilusiones y no las puedas alcanzar,
mira hacia atrás y entiende que yo también luché...
Cuando sientas palpitar tu pecho, o temblar tus piernas,
es más que seguro que el amor te llegó...
Cuando sientas un abrazo que te envuelve
y escuches al oído una voz,
es porque DIOS, tu dios te tocó...
Y si te sientes entero, completo,
que se te hincha el pecho,
que se te eriza la piel,
es porque te encontraste con la vida,
aunque sea un instante, un momento nada más...
Que llores, que rías,
que ames, que sufras,
que presientas, que te confundas,
que te margines, que te ilusiones,
que te eches al olvido, o te recuerdes a cada instante,
todo, todo forma parte de la vida…
Pero nunca olvides,
nunca dejes al azar el regalo de vivir...
Y siempre, siempre debes recordar,
que por sobre todas las cosas yo siempre te amaré...

EL OTRO DIA...

El otro día salí de casa rumbo al centro de la ciudad, esta hermosa y bella capital de Córdoba.
La idea era sacar unas fotos de algunos lugares en los que siempre suelo andar sin mirar; y ese día estaba dispuesto a dejarme descubrir en esos lugares cotidianos…
Lo cierto es que todo quedo por la mitad, porque de pronto me encontré parado mirando una lista interminable de fotos…
Que paradoja lo de las fotos, pero algo me invitaba a estar allí, algo que más tarde comprendí…
Después de sentirme confundir en mis pensamientos, veo que están entrevistando a una mujer con un pañuelo blanco en la cabeza; Supe enseguida que era de madres de Plaza de Mayo.
Camino, subo un escalón y comienzo a recorrer un lugar con historia; Un lugar donde se torturo, y mato a mucha gente…
Por supuesto todo estaba prolijamente recreado para ser caminado y observado por los visitantes, pero el lugar era real, las historias que contaban algunos que perdieron sus familiares eran reales, las paredes, los pasillos, las habitaciones pequeñas, las escalinatas, todo era real…
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Y sin querer me introduje en un mundo histórico de desconcierto, de soledad, de bronca, pero por sobre todo de mucho dolor…
Ser familiar de desaparecidos, madre, padre, hermano, hijo, o el parentesco que sea debe ser como si nunca se termina la propia historia…o comenzara la historia…
El dolor muchas veces nos invade, y de muchas maneras…Pero no debe haber dolor mas grande que el de arrebatar la oportunidad de conocer y amar a alguien de nuestra sangre… Reconocernos en nuestra sangre es saber nuestra propia continuidad…
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Cuando salí del lugar sentí que ya no era el mismo, por eso es que hoy lo quiero compartir…

SE VIO HOMBRE.

Miro hacia atrás y vio un hombre en crecimiento…
Sintió que década tras década siempre sumo….
Fue querido, fue amado, contenido,
pero también sintió el infortunio de la soledad….
Se estremeció al verse cara a cara con la muerte,
pero se alegro al ver nacer un niño…
Se desilusiono escuchando mentiras, engaños,
pero se alegro al descubrir su capacidad de amar, y amo…
Vio matar, robar, sintió el odio entre los hombres,
y el se mezclo en algo de lo mundano, de lo efímero,
pero se vio también plantando un árbol,
escribiendo poemas, acariciando sus hijos…
Se vio trabajando duro y sintió el cansancio de su cuerpo,
pero se alegro al ver su familia reunida para comer…
Y miro nuevamente hacia atrás, vio lo vivido,
y se sintió un hombre inmensamente agradecido…

UNA CANCION.

A veces despierto, abro los ojos
y sueño más allá de mis días...
Dibujo un horizonte, una casa,
un árbol, un enorme sol... Los pinto.
Y allí estas tu regalándome una sonrisa...
Busco dentro, muy dentro de mí,
y escucho una canción...
Siento las caricias... la pasión...
Me presiento en tu piel,
y tu piel se hace mía...
Es el amor el que me hace fuerte,
me atrapa, me consume…
Es el amor el que me elige,
es el sentimiento, es la fuerza…
Y de nuevo estas tú como una postal
recreando mi canción…

Todo Espiritu.

Aun no eran las seis, cuando Alejandro, como de costumbre se vio en medio de la unidad de terapia intensiva. Como siempre su porte era impecable; Y claro, su experiencia en área critica era indiscutible…
Pero esa mañana algo lo inquietaba, seguramente era el horror que veía desde donde estaba parado:
Respiradores artificiales, bombas de infusión, sondas, cables por todos lados… Tanto ruido parecía aturdidor, pero el aun conservaba esa agudeza de un guerrero…
Control de signos vitales, cambios de goteos en planes de hidratación, aspiración de tubos traqueales, balances…Era tanto el trabajo para realizar que su cuerpo parecía no poder resistir…
Sin embargo lo terrible eran esas personas, que además de tener nombre y apellido, ser seres únicos, individuales, yacían bajo el tenebroso número que tenían sus camas…
Esa mañana alguien dejaría de existir, sus signos viales se traducirían a un electrocardiograma plano... Esa terrible línea que nos separa de este mundo y que inexorablemente nos reduce a lo que verdaderamente somos, todo espíritu…
Pero no era allí donde Alejandro terminaba su labor, aun faltaban los cuidados post mortem:
Apago el respirador, desinflo el balón para extraer el tubo, retiro la vía central, los drenajes espirativos, la sonda vesical, y cerró sus ojos con esa delicada mano que tienen aquellos que cuidan…
Por ultimo cubrió su cuerpo con las sabanas blancas dejando el rostro descubierto, lo hacia sentir algo mejor…
Lavo sus manos durante unos segundos sin parecer estar allí, cuando de pronto escucho pronunciar su nombre, respiro profundo, y se alisto a seguir su labor, alguien lo necesitaba…

ALMA.

Era una triste tarde de otoño, cuando Mario, que como siempre, perdido entre libros y el humo de cigarrillos, decidió poner fin a la situación…
Sin querer se vio caminar por las calles de esta impetuosa y gran ciudad, cuando los recuerdos comenzaron a invadirlo tanto, que solo el cansancio de sus pies permitieron volverlo a la realidad…
Eran tantos los sentimientos que acusaban en su alma, que una vez mas encendió un cigarrillo; Parecía ser ese amigo incondicional, ese que sabia de sus virtudes y sus defectos… Pero aun así, algo lo inquietaba tanto, que hacia días no lograba conciliar el sueño.
Desde su niñez hasta estos días, desde ayer hasta hoy; Y el mañana también se mezclaba… Era su pecho el que se agitaba cada vez más…
Y fue un día cualquiera, una tarde cualquiera, cuando ya no pudo soportar más… Decidió poner fin a la situación…
Y es desde entonces, cuando en esas tardes grises de otoño se lo ve pasar dejando en forma casi imperceptible ese suave, pero persistente olor a rosas…

FOTOS GUARDADAS...

Tengo fotos guardadas en mi memoria,
son de mi hogar… hermoso hogar…
Ese patio:
tan verde y colorido,
lleno de flores, rosas, jazmines,
y un bello picaflor verde azulado
revoloteando de flor en flor…
Esa habitación:
la de rosa, con un castillo enorme en su pared,
parece salir la princesa en su corcel..;
Muñecas, peluches, tasitas de te,
y en su centro la niña mas rubia,
la que siempre juega con sus disfraces
en su mundo lleno de fantasías…
Esa otra habitación:
juegos, cartas, t v, computadora,
un enorme espejo,
y en un bello sillón
ese ser tan dulce, tan amable,
tan increíblemente adolescente,
con su bello corazón…
Y esa otra habitación:
con una cama enorme y una bella mujer,
tan rubia, tan blanca,
tan poderosamente madre y mujer…
Y en esa cocina:
mil aromas, perfumes tenues,
comidas caseras,
todo esplendor de la mano que amasa…
Es la casa… con cada detalle, cada lugar,
siempre parece palpitar…
Es la casa… Parece embrujada,
embriagada de amor…
Es la casa… yacen mil fotos guardadas,
todas autenticas,
llenas de vida, de amor,
y de mucha, mucha pasión…

PASILLOS DE HOSPITAL

Hoy llegue al hospital como otros tantos días, sin embargo allí me estaba esperando una historia digna de contar…
Como siempre, con mi ambo blanco, llego a la entrada, y entre saludos a compañeros marco la hora en ese reloj que siempre parece delatar la lucha contra el tiempo…
Subo al primer piso y miro que en la programación diaria estoy destinado en la U.T.I.(unidad de terapia intensiva).
Preparo el equipo de diálisis y me voy por los pasillos pensando quien sabe en que… marco el código de entrada que se encuentra a un lado de la puerta, y así logro entrar a la unidad…
Trato de visualizar donde esta el paciente; y después de unos segundos lo logro enfocar… En la cama seis estaba aquel señor de estatura media, cabello entre cano, unos cincuenta años quizás…
Y allí comienza el momento exacto que les quiero contar…
Mientras caminaba hacia la cama sentí mis piernas flaquear; es que esa mirada turbia se posaba sobre mi, y mi alma se empezaba a estremecer…
Su cuerpo me era familiar, otras veces ya le había echo el tratamiento, pero esta ves era su alma la que no podía reconocer, era su mirada, sus palabras, las que entre suspiros y sollozo me imploraba algo que hasta allí no podía entender… Cuando de repente pareció tomar fuerzas, quien sabe de donde, y con lágrimas en los ojos y una voz entre cortada, me dijo:
_ ¡tengo miedo de morir…! Ayer me falto mucho el aire, y me sentí desesperado, dicen que tuve convulsiones, y tengo miedo, ya no quiero seguir así…
Y aun por estos días no logro olvidar esas palabras, ni esa mirada, ni esa increíble necesidad que sentí de tomar su mano y poderlo acompañar con tan solo escuchar…Es que mi voz pareció enmudecer porque en su mirar descubrí una inmensa soledad…
Son tantos los sentimientos, los pensamientos cruzados… Es esa delgada línea entre la vida y la muerte la que me hace pensar… la que me hace sentir… la que en este momento me hace compartir…

SINTONIA DE AMOR.

Hoy quiero hablar de vos,
decirte esas cosas que a veces no puedo…
Decirte que en mis años vividos
nunca e conocido alguien como vos,
con esa increíble ternura
que parece salirse de tu piel;
Con esa mirada bella
que esconde a veces miedo,
a veces amor, a veces pasión…
Con esa calidez y ese enorme corazón,
un corazón incansable,
el que pone siempre primero al otro;
Y aunque a veces lo critico
nunca lo puedo siquiera igualar…
Y ese enojo que casi siempre envidio,
porque siempre es por algo real,
por algo que de verdad no merece
mas que el enojo desde el corazón…
Y esas manos envidiables,
siempre dando lugar a la creatividad,
dando formas, dando vida…
Tampoco quiero dejar de decirte
la bella mujer que eres desde que te conocí,
y ahora de lo físico estoy hablando;
Cuando joven tu hermosura era esplendor,
pero ahora, con los años,
parece ser que el pacto con dios sigue estando;
Porque aunque a veces te criticas
mis ojos nunca se cansan de mirarte,
te sigo descubriendo tan bella como ayer…
Si continúo hablando de vos
Cualquiera diría que estoy enamorado;
Inconfundiblemente la respuesta es ¡SI!
Pero la verdad es que tu paso por la vida no es en vano,
Eso sábelo desde ya;
Alguien desde arriba te tiene un lugar…

SOBRE LOS CUERPOS...

Que extraña es la muerte…
Aun no la logro comprender…
La he visto muchas veces,
la he escuchado sonreír…
He lavado su cuerpo,
he secado su alma,
he sentido su mirar…
Que extraña es la muerte…
Aun no la puedo detener…
He percibido su perfume,
su frenético estremecer…
Que extraña es la muerte…
Aun no la llego a conocer…
La he rosado calida y tenue,
siempre agazapada,
Como esperando algún perdón…
Que extraña es la muerte…
Aun hoy le pido a dios…

EN EL CIELO

Hola abuelo ¿como estas?
Te extrañaba…
Hace rato que no venia a saludarte,
es que cada vez que quiero verte tengo que venir…
¿Que te pasa? Te estas poniendo vago;
ya no salís a caminar como antes,
ni vas a pescar en el FORD rojo.
Bueno, no importa,
a vos te gusta tanto que te ceben mate
cuando estas sentado en el sillón;
Ese sillón que quien sabe cuantos años tiene,
pero se lo ve tan cómodo, tan enorme…
Bueno, no importa,
hoy quería verte, te extrañaba…
¡Es que te quiero tanto abuelo!
En nombre del padre,
del hijo y del espíritu santo.
En mi próximo sueño nos volvemos a encontrar,
te vuelvo a dar un beso y a abrazar…

PARECE QUE FUE AYER

Parece que la vida le fue ayer…
Más de ocho décadas pasaron ya,
y en su haber tantos momentos vividos,
tantos momentos compartidos,
una historia digna de contar…
Es que el paso del tiempo dejo su marca,
en su cuerpo y en su alma,
pero en sus ojos todavía se descubre
esa mirada dulce que deja el sabor a vida…
Es tan bello mirarla,
y compartirla aun más…
Hay tanta riqueza en su interior,
y de su interior sale aun
esa lucha eterna, lucha a la vida…