jueves, 15 de abril de 2010

ETERNAMENTE AGRADECIDO.

Después de dos años de diálisis llevaba consigo un torrente de sensaciones

que desde aquel primer día supo capitalizar poco a poco, a pesar de ser

para el un mundo totalmente desconocido; Toda la intriga, todo el asombro,

todos los temores, todas las preguntas, todas las dudas…

Para el, dializarse era una batalla que debía enfrentar…

Con el correr de los meses su adaptación al tratamiento fue asombroso;

Siempre con la mirada firme y el pecho bien erguido, bien dispuesto

y preguntando siempre mas a cuanto profesional de la salud se acercaba

a su sillón.

Serologia cada seis meses, laboratorios mensuales, medicación estrictamente

indicada, y la decisión de transplantarse por la donación de uno de sus hijos

que supo abrirle su corazón…

La cirugía del transplante fue un éxito… Seguramente sentía que la primer

batalla estaba ganada.

Al mes y medio se abrieron las puertas de esa sala de aquel centro de diálisis

donde tantas veces se había dializado, y donde tantos otros estaban realizando

su tratamiento; Con barbijo y el porte distinguido que siempre lo caracterizaba,

se dirigió al office donde dos enfermeros completaban planillas, y con un saludo

satisfactorio dijo:

__ Vengo a agradecer por lo que durante todo este tiempo me supieron guiar

y cuidar, simplemente “agradecer”…

Con la sabiduría que caracteriza a quienes atienden este tipo de pacientes,

uno de ellos le dijo:

__ Todo lo que as vivido, incluso el transplante, transmítelo a cada uno de

los que aun siguen conectados a las maquinas; El contar tu buena experiencia

les va a regalar esperanza…

A veces, enfermar es el resultado de un nuevo comienzo, que mas allá de lo físico,

genera la posibilidad de curar también el alma…

ETERNAMENTE AGRADECIDO.

Después de dos años de diálisis llevaba consigo un torrente de sensaciones

que desde aquel primer día supo capitalizar poco a poco, a pesar de ser

para el un mundo totalmente desconocido; Toda la intriga, todo el asombro,

todos los temores, todas las preguntas, todas las dudas…

Para el, dializarse era una batalla que debía enfrentar…

Con el correr de los meses su adaptación al tratamiento fue asombroso;

Siempre con la mirada firme y el pecho bien erguido, bien dispuesto

y preguntando siempre mas a cuanto profesional de la salud se acercaba

a su sillón.

Serologia cada seis meses, laboratorios mensuales, medicación estrictamente

indicada, y la decisión de transplantarse por la donación de uno de sus hijos

que supo abrirle su corazón…

La cirugía del transplante fue un éxito… Seguramente sentía que la primer

batalla estaba ganada.

Al mes y medio se abrieron las puertas de esa sala de aquel centro de diálisis

donde tantas veces se había dializado, y donde tantos otros estaban realizando

su tratamiento; Con barbijo y el porte distinguido que siempre lo caracterizaba,

se dirigió al office donde dos enfermeros completaban planillas, y con un saludo

satisfactorio dijo:

__ Vengo a agradecer por lo que durante todo este tiempo me supieron guiar

y cuidar, simplemente “agradecer”…

Con la sabiduría que caracteriza a quienes atienden este tipo de pacientes,

uno de ellos le dijo:

__ Todo lo que as vivido, incluso el transplante, transmítelo a cada uno de

los que aun siguen conectados a las maquinas; El contar tu buena experiencia

les va a regalar esperanza…

A veces, enfermar es el resultado de un nuevo comienzo, que mas allá de lo físico,

genera la posibilidad de curar también el alma…

lunes, 12 de abril de 2010

LAS MIRADAS PUEDEN MAS...

El hospital Transito Cáceres era el punto de encuentro en sus tan distintas

formas de vida. Ella , enfermera de diálisis, cuarenta y siete años y muy bella;

El, bajo y muy delgado, seguramente unos treinta y pico, paciente renal de años,

y llevando consigo todo el bagaje físico que le hacia sentir su enfermedad.

Sus semanas parecían tener un único punto de encuentro, acudir hacia ella;

En sus días de tratamiento era fácil, ella estaba allí, pero el no se conformaba,

necesitaba verla, mirarla, observarla, robarle un saludo, una charla, un beso,

una sonrisa…

De lunes a sábado el estaba allí, y ella en su justo punto de encuentro…

Quizás los unía la soledad de sus vidas, o el dolor de sus almas, o la ilusión

de sentirse en compañía, o la fantasía de tenerse; Lo cierto es que siempre

se buscaban, y respetaban su momento a pesar de saber a cerca de las miradas inquisidoras de otros, o de las opiniones ajenas juzgando sus encuentros

cotidianos; Ellos estaban allí, en medio de un montón de gente que poco podían entender…

Nada tenían en común, pero en esos minutos, se podían mirar…

domingo, 4 de abril de 2010

URITORCO:"El camino del reencuentro"

La vida siempre nos sorprende, todo cambia permanentemente, evoluciona,

nos lleva por caminos a lugares totalmente inesperados…

Quizás todo comenzó cuando decidí generar un cambio, volver a ese interior

que nos liga, nos une a algo supremo; Pero como en todo, uno nunca esta solo,

siempre hay alguien mas que nos guía, que nos lleva, o simplemente nos

acompaña… A veces, y quizás sin darnos cuenta, lo cotidiano hace que nos

olvidemos de las prioridades fundamentales de la vida; Y ese puede ser el

comienzo del fin, o el comienzo de la verdad…

Casi sin querer en un día de esos, me encontré en la base de ese increíble

cerro llamado “URITORCO” de 1979 metros de altura. Desde abajo se lo ve

tan enorme y tan imponente que las sensaciones se transforman en emociones

salidas a flor de piel; El estar dispuesto a escalarlo es simplemente el comienzo

de un paso a paso que se hace sentir con el sudor y cansancio que se acentúa

a medida que se avanza; Es allí cuando el cuerpo se manifiesta a través del

agotamiento físico… Pero la sensación de querer llegar a la cima hace que

la perseverancia sea una constante, transformándose en una lucha con uno

mismo, desde el cuerpo hacia el alma, y desde el alma hacia el cuerpo…

En medio del recorrido, el valle de los espíritus con una naturaleza geográfica

que brinda mas y mas al propio espíritu interior; Vertientes de agua fresca,

con un sabor único, de esos que nos ofrece solamente la madre tierra;

Vegetación que en el paso a paso cambia de este a oeste, y de norte a sur,

como una dicha entre paredones de piedra que manifiestan su enorme

omnipotencia entre tanta plenitud.

La llegada a la sima es la sensación máxima donde los ojos lucen el mismo

color del cielo, con la altura justa de la majestuosa inmensidad…

Para después descansar…

EL CUENCO MAGICO.

En el paso del indio sentí una de las emociones mas fuertes que jamás

creí sentir: el sonido de un “cuenco”; Con sus notas mágicas, me introdujo

en una meditación profunda donde olvide totalmente el registro de mi

cuerpo, y mi elevación espiritual me conecto primero con un gran deseo,

salido de mi… Luego colores sorprendentes… Después emoción hasta las

lagrimas, que brotaban seguramente de mi alma…Inmediatamente pude ver

unas manos unidas una a la otra en posición de rezo, rodeadas de rayos

blancos tan intensos y tan brillantes, donde una y otra vez las mías se unían

a ellas hasta ser una sola…Otra vez una mezcla de colores, pero esta vez

rodeando la cima del grandioso “URITORCO”…

No sentí transcurrir el tiempo, solo era yo a puro sentir…

Cuando abrí los ojos el increíble cerro estaba frente a mi, mezclándose

entre el cielo y la tierra… Sensaciones, y ese éxtasis que hasta aun hoy

no puedo dejar de sentir…

Lo gigantesco se me hizo visible a los ojos…


RUEDA DE ESTRELLAS….

El atardecer ya había dejado sus huellas… La charla de amigos parecía

Interesante, y las primeras horas de la noche con luna casi llena regalaba

en medio de la quietud, todo su esplendor…

Con su cabello rojizo y su voz dulce, casi imperceptiblemente alejo sus

pasos a unos metros de allí. De pronto abrió sus brazos, y mirando al

cielo comenzó a girar sobre si misma una y otra vez… Parecía liberar

una danza vibrante y armónica… En segundos, como en estado de magia,

aparecieron entre las estrellas luces con pequeños movimientos y tonalidades

rojizas, que se mezclaban entre las demás…

De repente dejo de girar y camino nuevamente hacia la ronda de amigos…

EN ESTADO DE ORACION.

Como madre y cabecera de familia dijo:

_ Hagamos un circulo abierto y repitamos esta oración…

_ Luego esperemos en silencio.

La oración es el circulo perfecto, liberadora de una fuerza imperceptible

que nos une, y nos da la posibilidad de llegar al mas allá…

Culminar un día movilizador de esta forma hace que entendamos que la

plenitud de lo vivido se sienta con intensidad y armonía; Sentir el presente

nos devuelve el arte de poder celebrar la vida mas íntegros y reencontrarnos

con nosotros mismos…

P/D: Quiero agradecer a esa increíble familia, que junto a mi amigo y

hermano supieron brindarse, y contenerme en cada momento…