lunes, 30 de junio de 2008

SALVAR VIDAS.

Hoy me voy a permitir tomar una licencia de lo que habitualmente escribo, para contarles que hace alguien como yo en un país como este..?

Como tantos que conozco, estoy inmerso en un sistema de salud que la verdad en esta Nación pareciera ser como digo habitualmente, y con un poco de ironía: nacidos para sufrir…. Y no es que me queje, ni mucho menos me victimice, pero ser parte de un sistema de salud y que tengas titulo de grado, no te distingue, ni te dignifica, porque como muchos de mis colegas dejamos gran parte de nuestra vida personal trabajando doble jornada… Y como si eso fuera poco en el medio del ritmo cotidiano: salvamos vidas, acompañamos a morir dignamente, y entiéndase bien esto, porque gente como yo siempre pone a priori la vida. ¡Si! no es fácil ver sufrir a alguien; Hay situaciones que te quedan grabadas en la mente y en el corazón como un sello tallado a fuego…

Y eso no es lo peor, porque además ¿Quien cuida a los que cuidan…? Supo ser el titulo (interesante por cierto) de un curso que realice hace poco, y que por cruda que sea, la conclusión fue: NADIE… Porque nadie cuida ni la mente, ni el cuerpo de aquellos que trabajamos en un sistema tan imperfecto y destructivo como el que tenemos en nuestro bendito y bello país…

Solo me cabe agregar que agradezco a DIOS que aun existen colegas, que como yo, le ponemos sangre todos los días de nuestras vidas para seguir haciendo lo que hacemos: Salvar Vidas…

miércoles, 18 de junio de 2008

"EL AMASIJO"

Refresco mi memoria y regreso a aquellos bellos días en los que como una postal aun hoy tengo presente el recuerdo de esas reuniones en las que mi madre con sus cinco hermanas se juntaban para hacer lo que ellas llamaban "EL AMASIJO"...

Como me gustaban esos preparativos en los que desde el día anterior, en mi casa, se comenzaban a buscar todos los ingredientes que se necesitaban: huevos grandes y de color, abundante harina, leche, azúcar, grasa de vaca y de cerdo, siempre le pedía a mi padre que le consiguiera de la mas fina; Porque eso si, todos en casa de alguna manera estábamos involucrados en juntar todo lo necesario y ponerlo a un costado de la mesa para evitar que faltara alguno a ultimo momento; Ha! y me olvidaba de la levadura y un montón de recipientes de lata que se usaban como moldes para cada variedad de pan o tortas…



El tan importante evento se realizaba siempre en la casa de mi tía Chela, la mayor de las seis, porque allí estaba el horno de barro que alguna vez había construido mi papa…



Recuerdo el momento en que se juntaban leñas secas y papel de diario para prender el fuego, era trabajo de hombres, así que mi tío Juan y yo nos encargábamos de eso; Después mucha leña y a serrar la puerta de hierro con bolsa de arpillera bien mojada para que no se escapara el calor hasta que la leña se consumiera.



Mientras tanto en la galería de la casa, una mesa de madera enorme era la elegida para juntar esas seis hermanas que con sus propias manos amasaban sus panes que tan delicadamente reposaban en cada molde…



Como olvidar esos momentos compartidos en los que las veía sonreír, comentar sobre sus recetas, debatir a quien le iba a salir mejor el amasijo, o cual iba a ser el mejor pan para ofrecerlo como un trofeo a mi abuelo Martín…



Agudizo mi memoria y siento ese olor a pan casero, y escucho sus sonrisas, y siento el sabor de esos mates en ronda, y esas seis mujeres, seis hermanas que rendían tributo a ese amor incondicional que se refleja con la fuerza de la propia sangre, sangre de hermanas…



Después que salía el último pan del horno, se elegían algunos para saborear todos juntos: mis tías, mis primos, y algunos de mis tíos, que como mi padre, se acercaban después de salir de trabajar…



Las ultimas imágenes que tengo de aquellos días era cuando después de acomodar los panes y tortas caseras en los bolsos para ser llevados a cada casa, nos despedíamos con una enorme alegría, y desde la esquina de la casa de mi tía nos separábamos hasta el otro día para volver a disfrutar la dicha de estar juntos… Estar en familia…

sábado, 14 de junio de 2008

EL PODER DE SABERSE PADRE.

Recuerdo cuando pose mi mano sobre su vientre, y con esa magia que tiene la vida estabas tú, moviéndote como loco de alegría…

Ese fue el primer segundo, el primer instante en que me di cuenta que estabas ahí, y que por primera vez sentía la increíble fuerza que tiene el poder de saberse padre… Explicar esa emoción siempre me resulta insuficiente, pero creo que fue el momento exacto en que derroche tanto amor que la vida se rindió a mis pies…

Desde allí en adelante, las nueve lunas fueron mágicas…

Se me llenaba el alma de sueños…

Y mágicos fueron también esos segundos en los que mientras salías del vientre de tu madre te posabas sobre mis manos, y que con la ayuda del medico corte el cordón umbilical que aun latía… Parecías tener mucho frío, pero me di cuenta que rebosaste de vida cuando escuche exclamar ese primer llanto… Inigualable, parecido a ninguno… Sentí que la vida se me llenaba de amor con tu presencia…

Hoy estas creciendo y quiero que sepas que cada vez que te miro se me colma el alma, y siento esa fuerza inexplicable que llega desde aquel primer instante en que te sentí latir en el vientre de la mujer que amo…

Gracias por existir…

miércoles, 4 de junio de 2008

ROSA MARIA.

Rosa Maria llegaba a aquel pueblo donde nadie

la esperaba, bestia atuendos frescos que volaban

con la suave brisa de aquel día primaveral. Bajo

del tren cargando tan solo una valija que

fuertemente aprisionaba con la mano contraria a

la que acaricio con un movimiento casi involuntario

la medalla de la virgen milagrosa que tan sutilmente

colgaba de su cuello… Esbozo una sonrisa, mientras

caía una lagrima pareciendo revelar la nostalgia de

su mirada…

Sus tacones altos se distinguían en aquella vieja

estación, donde cada paso descubría su llegada. Se

acerco a una ventanilla, y a juzgar por su rostro

pareció pedir su boleto de regreso…

Decidió caminar por el anden donde tantas veces

paso corriendo cuando niña para ir a la escuela…

Cruzo el primer paso nivel y desvió hacia donde

aquella calle de tierra se perdía en la inmensidad

del horizonte; Golpeo sus manos, casi al mismo

tiempo que abría el portón de madera, anunciando

su llegada a aquella vieja casa, y en lo que dura un

suspiro, salio un anciano de la mano de un niño:

_ ¡Mama! Exclamo mientras corría desaforadamente

a sus brazos…

Y entre sollozos de alegría lo levanto como mirando

al cielo; Su alma parecía feliz…

En el interior de su valija había algunos juguetes

nuevos, de esos que se ven solo en la gran ciudad, y

envueltos en papel de diario unos cuantos billetes

que había ganado trabajando con su pollera corta y

tacones altos… Mujeres de la vida le dicen algunos…

Lo cierto es que Rosa Maria se sentía viva cada vez

que abrazaba su niño… Su vida cobraba sentido,

y su amor era tan intenso, tan profundo que solo

entre sus brazos se permitía soñar otra vez….

domingo, 1 de junio de 2008

SOÑARNOS...

Recorro con mi mente el placer de estar aquí,

de encontrarme con el sol, la luna, las estrellas.

Recorro con mi cuerpo el placer de tenerte aquí,

de encontrar con mis manos el tuyo,

cada puerto, cada entrada, cada espacio...

Recorro con mis sentidos cada palpitar

y con cada latido el goce de estar juntos…

Soñar, soñarte, soñarnos...

Amar, amarte, amarnos...