la esperaba, bestia atuendos frescos que volaban
con la suave brisa de aquel día primaveral. Bajo
del tren cargando tan solo una valija que
fuertemente aprisionaba con la mano contraria a
la que acaricio con un movimiento casi involuntario
la medalla de la virgen milagrosa que tan sutilmente
colgaba de su cuello… Esbozo una sonrisa, mientras
caía una lagrima pareciendo revelar la nostalgia de
su mirada…
Sus tacones altos se distinguían en aquella vieja
estación, donde cada paso descubría su llegada. Se
acerco a una ventanilla, y a juzgar por su rostro
pareció pedir su boleto de regreso…
Decidió caminar por el anden donde tantas veces
paso corriendo cuando niña para ir a la escuela…
Cruzo el primer paso nivel y desvió hacia donde
aquella calle de tierra se perdía en la inmensidad
del horizonte; Golpeo sus manos, casi al mismo
tiempo que abría el portón de madera, anunciando
su llegada a aquella vieja casa, y en lo que dura un
suspiro, salio un anciano de la mano de un niño:
_ ¡Mama! Exclamo mientras corría desaforadamente
a sus brazos…
Y entre sollozos de alegría lo levanto como mirando
al cielo; Su alma parecía feliz…
En el interior de su valija había algunos juguetes
nuevos, de esos que se ven solo en la gran ciudad, y
envueltos en papel de diario unos cuantos billetes
que había ganado trabajando con su pollera corta y
tacones altos… Mujeres de la vida le dicen algunos…
Lo cierto es que Rosa Maria se sentía viva cada vez
que abrazaba su niño… Su vida cobraba sentido,
y su amor era tan intenso, tan profundo que solo
entre sus brazos se permitía soñar otra vez….
5 comentarios:
hola Martin, que bello, todos tenemos el derecho a tener una vida feliz, mas allá de como cada uno se gane la vida..
te dejo un fuerte abracito
Martin, me llevo tu link, sin tu permiso a mi casita de Recargada, espero que te agrade, besos
Mujeres de la vida...mujer que ama, como cualquier otra...mujer, madre, hija.
Saludos desde México.
mujer... mujer.
Que vive como puede, que ama como debe, que SIENTE...
Un abrazo grande Martín...
Rox
Bueno Martín, lo de Rosa María, una historia para pensar, tantas que se van a la gran ciudad buscando un nuevo destino pero la realidad es otra. Difícil realidad.
Te dejo un abrazo.
Alicia
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