domingo, 31 de agosto de 2008

DIEZ EN MATEMATICAS.

Nos encontramos en la puerta de la entrada de casa;

Yo llegaba de realizar unos tramites del centro y

mi hijo de la escuela (1er año del secundario).

_ ¡Diez papa!

_ ¿Qué?

_ ¡Diez en matemáticas!

Le di un abraso de esos que salen sin pensar…

_ Bueno papa (me dijo algo avergonzado,

seguramente porque aun estábamos en la vereda)

_ ¡Hay que festejar!

_ Si, pero entremos con cara seria, así la despisto,

y le doy la sorpresa a mama.

_ ¡Te fue mal¡ _ Le dijo.

Y de repente ya no pudo disimularlo más.

_ ¡Diez mama!

_ Bueno ¡Te felicito! Viste que podes… Con

esfuerzo…

Lo lindo de este relato, es poder contar

lo increíble que se siente cuando un hijo esta feliz;

Creo que es el doble, el triple, se intensifica

millones de veces mas, que si la felicidad la

sintiera uno mismo…

Seguramente es porque tener un hijo es la extensión

de nuestros cuerpos que acentúa la identidad de

todos y cada una de las emociones del alma…

Ver feliz a un hijo y disfrutarlo con la mujer que le

dio vida, es la felicidad echa cuerpo y alma…

domingo, 24 de agosto de 2008

EL LENGUAJE DE NUESTRAS MANOS

Parecería ser que una de las grandes

expresiones corporales es el lenguaje

de las manos, cuando nos detenemos

a observarlas descubrimos mucho de

nosotros mismos… Una caricia,

un gesto, una plegaria…

El otro día me detuve fielmente

a observar una foto de dos personitas

que aunque ya son adultas, reflejaban

el esplendor de su niñez; Pies descalzos,

cabellos rubios peinados al viento,

vestidos cortos, y como una expresión

sublime, tomadas de la mano:

como acompañándose, como cobijándose,

como respetándose, como guiando una

a la otra, como asiéndose cómplice de

esos juegos, de esos abrazos, de esas

picardías que cuando niños nos quedan

estampados con sabor a vida…

Seguramente a pasado tiempo

de aquella vieja foto, pero el lenguaje

del alma que se refleja en nuestras

manos nunca se olvida…

sábado, 23 de agosto de 2008

MOSTRANDO EL ALMA.

Lleva sobre su cuerpo el estigma de una enfermedad crónica,

siente que todos los días lucha por su vida…

Tres veces por semana concurre a un hospital donde una enfermera lo conecta a una maquina para sacar las impurezas de su sangre, diálisis se llama el tratamiento… Se sienta en un sillón cama y se entrega a esas manos que lo devuelven a la vida con un poco de ciencia y con mucho de humanidad…

Durante cuatro horas piensa, reflexiona, siente, palpita, agradece… Observa a quienes atienden a tantos como el, porque también sabe que no es el único, entiende de sentimientos compartidos…

Todo comenzó un día cualquiera, cuando llego a la guardia central a penas pudiendo respirar, aunque para el difícil de olvidarlo; Allí sintió derrumbar su futuro, sus sueños, sus amores… Todo se redujo a ese instante en que se percibe esa delgada línea entre la vida y la muerte…

Desasosiego, sudor, asfixia, impotencia, pero aun así decidió aferrarse a la vida, quizás porque sentía que sus manos aun no estaban vacías… Tenía mucho para dar…

Y con el sufrimiento y el dolor a cuestas aun sigue agradeciendo lo que le llama boleto extra, tiempo complementario… Es que después de esos momentos decisivos que atravesó, sintió la necesidad de ese ser supremo al que nunca antes le había siquiera prestado atención… Hoy lo tiene a cada momento en su corazón, y cada vez que puede, cuando ve el sufrimiento de otros, lo comparte, lo muestra... Y eso le hace sentir que su vida aun vale la pena…

lunes, 18 de agosto de 2008

VIVIR...

Soñar más allá de los tiempos…

Buscar…

Persistir…

Luchar, a pesar del dolor…

Amar…

Gozar…

Confiar en que la vida es eterna…

Crear…

Procrear…

Sentir desde el alma….

Escuchar…

Acompañar…

Soñar… Luchar… Confiar… Sentir…

Descubrir la grandeza en lo simple,

Vivir…

lunes, 11 de agosto de 2008

EL amor..

El amor tiene esas cosas…

Nos hace sentir fugaces o eternos,

nos hace niños, nos hace locos,

nos hace soñadores, nos hace gloriosos…

El amor tiene esas cosas…

Ese dulce sabor a encuentro,

Esa paz de sabernos juntos…

El amor tiene esas cosas…

Esas miradas, esas manos impacientes,

esa ansiedad de correr siempre a tu lado…

El amor tiene esas cosas…

Eso de buscarte, eso de desearte…

El amor tiene esas cosas:

Tiene tu mirada, la mía,

Y la de cada uno que amamos…

viernes, 8 de agosto de 2008

CON LOS OJOS DEL ALMA...

Fueron horas, días, meses quizás, los que sentado en una vieja silla de hospital al costado de la cama, esperaba se recuperara de aquel mal que tanto perturbaba su cuerpo…

Adolecía de algo que los libros enunciaban con definiciones perfectas y comprobadas tantas veces que parecía no ser el único, ni el ultimo; Aunque para el, si lo era, quizás porque sentía ser el golpe mas fuerte…

Sabia de sus respiraciones cortas, de su pulso irregular, de su latido débil, de sus parpadeos como en sueños, de su terrible debilidad… A pesar de la cruda realidad, solo rezaba en su interior el fuerte deseo de saberlo libre, tan libre como tantas veces lo descubrió… (Con los ojos de su alma…).

La fuerza proveniente de su interior parecía no ser suficiente para sanarlo, sentía necesitar algo más... Mas amor quizás, mas paz, mas pasión, mas humanidad… No lo podía descubrir, pero su compasión se hacia aun mas fuerte para poder estar de su lado, aunque su cuerpo cansado no se separaba ni un instante del costado de la cama, de aquel viejo hospital…

Fueron horas, días, meses quizás, hasta que por fin pudo darse cuenta que era su alma la que estaba al borde de partir…

Despertó, y se dio cuenta que el día seguía siendo bello, tan bello como ayer, porque pudo respirar…

martes, 5 de agosto de 2008

UN BUEN CAFE: Cronica de un dia poco comun.

En la vorágine de lo cotidiano y en el saberse en la rutina del trabajo, a veces nos olvidamos que convivimos con seres extraordinarios…

El sábado pasado en apariencias no era un día fuera de lo común; Me había levantado a las cinco de la mañana para cumplir la primera de mis dos jornadas de trabajo, en el hospital Clínicas, en el servicio de terapia. Como de costumbre a esa hora y en temporada invernal, la temperatura parece detenerse tanto que jamás logro saber como continuara… Ese día no fue la excepción, o al menos eso pareció hasta media mañana, cuando comenzó un viento huracanado que a juzgar por las ventanas, todo parecía flotar en el aire.

Pasado el medio día, en mi querida Nanfang 125 ( moto) y camino a cumplir mi segunda jornada en el hospital Trancito, el cielo parecía aplastarse sobre mi con un diluvio que ni siquiera me dio tiempo a pensar si detenerme o seguir, lo cierto es que llegue destilando agua…

Pedí prestado un ambo a la central de quirófanos, el que muy gentilmente me alcanzaron hasta mi servicio de hemo diálisis; Mientras recibí la guardia los pacientes parecían no perder tiempo con sus complicaciones como hipotensión, calambres, solicitud de medicamentos, o simplemente hacer algo de catarsis para que se les preste mas atención… Es parte de nuestra gran tarea, y así poder palear no solo sus impedimentos físicos, sino también hacer contención psicológica…

Lo cierto es que ese día, y después del buen chapuzón en medio de la avenida Costanera, mi cuerpo comenzaba a sentir el enfriamiento que había pasado…. Pero siempre hay alguien que sin darnos cuenta sabe mirar… Y acompañarnos desde el alma…

Pasado un par de horas, Daniel, un colega con el que hace poco comenzamos a trabajar en el mismo servicio, me alcanzo una taza de café caliente (esta amargo porque no tengo azúcar_ me dijo), y me ofreció un par de medias secas.

Agradecido de su buen gesto, continué el resto del día, aunque algo húmedo, abocado a esa tarea que siento me engrandece cada vez más…

La verdad es que un café y de la mano de un par, siempre mejora el espíritu, y sobre todo en días como ese sábado, donde una lluvia inesperada me sorprendió en medio de la rutina…

P/D: ya les contare otras historias de gente que sabe mirar, y acompañarnos desde el alma

domingo, 3 de agosto de 2008

Stella

Vivía junto a sus abuelos en aquella vieja

casona donde las madreselvas trepaban

las paredes como abrazando el cielo...

Mientras se hacia mujer su belleza parecía

ser incalculable…

A la hora de la siesta, acostumbraba a sacar agua de lluvia de un tacho que parecía estar anclado en una esquina de aquel pintoresco patio tan increíblemente enmarcado por flores y plantas silvestres…

Encendía la radio, y la sintonizaba siempre en el mismo dial… Las novelas de amor eran sus preferidas, y siempre a las dos de la tarde…

Posaba la palangana enlozada de la abuela, tan delicadamente acomodada sobre una armazón antigua labrada en hierro artesanal, y con una jarra comenzaba a mojar esos largos cabellos negros, que cuando secaba, su brillo parecía confundirse con los mismos rayos del sol… Vivía la experiencia junto a cada personaje de aquel radioteatro…

Su feminidad comenzaba a descubrirse cada vez más por aquellos días, se llamaba Stella, y en la soledad de la siesta se descubría increíblemente bella…