Cordobés de nacimiento, treinta años, delgado, cabecera de familia,
padre, albañil, y por sobre todo defensor y admirador de la vida;
Así que por opción es enfermero y técnico en diálisis.
Su don es brindar en forma constante una sonrisa a los demás; Con
esa chispa que enciende en cada momento a trabes del humor sano
y transgresor del típico cordobés.
Es imposible no sonreír cuando el se manifiesta.
Su historia de vida es de lucha constante, con sueños y muchos deseos
de progresar; Y por ellos va…
Es tanto el dolor y las miserias humanas que se ven en un hospital,
de un lado y del otro, desde los enfermos y desde los que trabajan
como profesionales… Es difícil mantenerse estable y digno; Pero el
pareciera lograrlo en su justa medida…
En la sala de diálisis, el brilla por si mismo, constantemente esta
pendiente de sus tareas; Y cuando se abre la puerta para la entrada de
los que se dializan, muchos llegan deprimidos, con dolencias propias
de sus patologías, o con rechazo al tratamiento por ser crónico; Y allí
esta el, desestructurado y ofreciendo un chiste tras otro; Esos momentos
son mágicos, porque su don se manifiesta y comienza a fluir con cada
uno de los que se conectan a una maquina. Y entre risas y sonrisas se
pone a pleno la posibilidad de seguir generando vida en personas que
llevan con su tratamiento una cruz personal…
Así es Jacobo, compañero, amigo, profesional, y siempre brindándose
a los demás con su don especial… El de hacer sonreír…
3 comentarios:
Que lindo lo que nos cuentas Martín!
Además soy una convencida que una sonrisa puede mas que todo.
Besos.
me encantaría encontrarme con gente que me recibiera con una sonrisa, más seguido!!! un gigante abrazooo y una sonrisa para ti!!!
realmente es un privilegio compartir tanto su risa como tus reflexiones y asi desandar jornadas sin otro objetivo mas que quiza solo estar donde nos necesitan. un gran abrazo compañeros
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