Percibió el tormento que acosaba su alma,
sintió que el vacío lo poseía
y que su corazón estaba sofocado
por una inmensa tristeza que le susurraba…
No encontró salida; Solo dejarse estar
sin saber siquiera lo que le podía esperar…
Le dolió el pecho, sus manos se cerraron,
y sintió que su espíritu estaba en peligro.
En medio de tanto tormento
supo que lo inevitable seria pasajero;
Pero no dudo en dar batalla,
libero una plegaria…
4 comentarios:
Oh! Martín como lo has descrito.
Hasta hace poco me sentí así.
Que suerte en poder liberar una plegaria, eso ayuda...
Besos querido AMIGO!
guauuuu!!! recordé ciertos sentimientos extranjeros que suelen aparecer, sobre todo cuando hay frío.
abrazo!
Hola Martín, de repente se siente esa desolación pero si damos la batalla podemos superar la adversidad.
Saludos.
Muy bueno la verdad que encanto... pasa por el mío cuando podas, y decime que pensas, ya que soy nuevo en esto...
saludos
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