viernes, 9 de septiembre de 2011

CAMINO DE REYES

Deseó tener su alma en silencio. Esa mañana había despertado con una lucidez extraña. Quizás porque esa noche había logrado conciliar el sueño que por tantos meses lo había socavado. Escoger un camino le causaba temor, pero había llegado la hora de elegir…
Apoyó lo pies descalzos sobre el piso helado. Se cubrió con una manta y comenzó a apilar la leña para encender el fuego. Afuera estaba nevando y aún no había amanecido.
Tomo una vasija y mezclo algunas hierbas para hacer un brebaje caliente. Cortó unas rodajas de pan, y mientras daba unos sorbos con la taza aun humeando, perdió su mirada a través la ventana.
Volvió a recoger cada una de las palabras que sonaban en su pensamiento… Hasta ayer el exceso de sentimientos lo agobiaba; Pero hoy su inteligencia era fría, podía reflexionar, y sus emociones se manifestaban cada vez más cálidas…

-Todo tiene su tiempo (pensó para sí).

Con la mirada aún perdida preparo el arco y la flecha, heredada de su padre. Afiló sus puntas con agudeza, mientras una lagrima cayo por sus mejillas… Por fin había entendido el verdadero significado del amor: Tolerancia, y buena voluntad;
Esa era la fuerza más potente de todas, pero también la más sensible.
Había llegado la hora de partir y el camino era incierto, pero la paz que sentía le proveía el perfecto equilibrio…
Ciño sus ropas con un cinturón de cuero. Preparo la bolsa con algo de comida y agua ardiente. Las armas estaban listas. Y su generosidad también…
Giró con la envestidura de un guerrero, y de un tirón abrió la puerta de madera que lo aislaba del mundo exterior. El frio se coló por cada uno de sus huesos, pero aun así respiro profundo. Y con un paso álgido y seguro, se planto hacia su destino.
Esa mañana supo que estaba listo.


2 comentarios:

Cecy dijo...

El largo camino de la vida, ese paso que hay que aprender a caminar para avanzar, y aquietar las ansiedades, para saber mas del amor hacia la vida.

Un beso grande querido Amigo!

Narci M. Ventanas dijo...

Nada puede hacernos sentir más felices que avanzar con la seguridad de que estamos preparados para afrontar nuestro destino.

Buen texto.

Besos