Volteo la cabeza y me veo en el,
parece tener casi mi misma altura;
Sus manos se confunden con las mías,
el color de su piel, mucha de sus expresiones,
sus besos, sus abrazos,
me confundo en su mirar…
Fue una madrugada como tantas
cuando lo conocí por primera vez;
Ese sentir fue tan especial,
nunca se quito de mi alma…
Su compañía despierta mis sentidos,
me hace fuerte, me hace feliz…
No imagino mi mundo
sin sus pasos pidiendo mas…
No imagino mi vida
si al menos una vez al día
no escucho la palabra “papa”.
4 comentarios:
Me encantó, lo sublime del tema, ser madre o padre es lo máximo.
Saludos.
Como se quiere a los hijos...
Precioso texto y hermosos sentimientos.
Besinessssssss...
Palabras como rosas
Maria D. Fischinger me envió este premio y yo te lo presento a ti. Pasa a recogerlo pasa por mi blog: http://sombrasyvientos.blogspot.com.
Besos
Narci
Qué hermoso, Martín!!!!
Sí, el nene, ya no es nene.
Cuando lo veo más alto que yo, mucho más siento algo en mi corazón, eso de la libertad y el irse...
Pero lo tuyo, escribiéndole es hermoso.
¿Se lo leíste?
Alicia
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