Volteo la cabeza y me veo en el,
parece tener casi mi misma altura;
Sus manos se confunden con las mías,
el color de su piel, mucha de sus expresiones,
sus besos, sus abrazos,
me confundo en su mirar…
Fue una madrugada como tantas
cuando lo conocí por primera vez;
Ese sentir fue tan especial,
nunca se quito de mi alma…
Su compañía despierta mis sentidos,
me hace fuerte, me hace feliz…
No imagino mi mundo
sin sus pasos pidiendo mas…
No imagino mi vida
si al menos una vez al día
no escucho la palabra “papa”.